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Buey de mar vivo del norte, con sabor intenso y textura firme. Elige vivo o cocido y recíbelo a domicilio listo para triunfar en tus recetas marineras.
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Nuestro buey de mar vivo destaca por su sabor profundo, con un punto dulce yodado y una carne compacta que se desprende en láminas jugosas. Es una elección gourmet para quienes buscan comprar buey con la máxima frescura y disfrutarlo en casa con todas sus cualidades intactas.
Disponible en dos opciones: marisco vivo o cocido como prefieras, al punto de sal y de cocción. Procede de la zona norte de España, con una cuidadosa selección en lonja para asegurar ejemplares de gran calidad. Método de captura: sedales y anzuelos, un arte selectivo que prioriza piezas en perfecto estado.
Carne prieta y firme en las patas, textura cremosa en el cuerpo y coral sabroso. En boca ofrece un equilibrio entre dulzor marino y notas salinas limpias, con un final largo muy agradable. Aroma fresco, claramente atlántico, ideal para platos fríos y templados donde la materia prima brille.
Si eliges el buey cocido, ábrelo en frío y sírvelo con una vinagreta suave o una mahonesa de lima. El buey vivo es perfecto para cocer en casa con sal y laurel y después preparar rellenos, salpicones, arroces caldosos, cremas finas o una mariscada de celebración. Acompaña con pan crujiente, un chorrito de AOVE y unas gotas de limón para realzar el sabor sin ocultarlo. Una opción elegante es desmigar la carne y el coral para canapés o tartaletas.
Mantener en la nevera con un paño húmedo hasta su consumo. Coloca el buey boca abajo en la parte más fría y evita sumergirlo en agua. Lo ideal es cocinar el marisco vivo el mismo día de recepción. Si lo recibes cocido, guárdalo entre 0–4 ºC en su envase y consúmelo en el menor tiempo posible. Para cocer en casa: agua abundante con 30–35 g de sal por litro y una hoja de laurel; introduce el buey y ajusta el tiempo según el peso, enfriando después en agua con hielo para fijar la textura. Puedes congelar la carne ya limpia y bien protegida para futuras elaboraciones.
Contiene crustáceos.
Consejo: Rompe las patas con un golpe seco de cascanueces para extraer la carne sin astillas.
Nota de emplatado: Sirve sobre una bandeja fría con cama de hielo escamado y gajos de limón para un acabado elegante.