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Almeja fina de Huelva - Mariscos de la costa

Almeja fina a domicilioAlmeja fina de Huelva pescada artesanalmente Vs. Almejas babosa, almeja japónica, almeja de carril, almeja de Portugal. Da igual como la quieras llamar.

Todos conocemos esta almeja y la gran imitación que está desvalorando este preciado manjar de Huelva.

La almeja fina con un simple apretón con la llena de los dedos partirás su fina concha, de ahí su peculiar nombre "Almeja fina" ideal para comer cruda o a la marinera.

Su pesca tradicional, artesanal, la convierten en un suculento marisco cada vez más escaso y valorado. Su color negro, blanco, verduzco, tal como se muestra en la imagen hace referencia al terreno donde se captura: arena, fango y terrenos que presentan ambas características conocida por los Mariscadores de Isla Cristina como "papilla", un terreno arenoso que pasa a ser fangoso líquido .

La almeja en terreno fangoso se captura con rastros, poseen unas puyas de hierro en su boca con el objetivo de enterrar el rastro por la fuerza y gravedad que el Mariscador somete con un estudiado movimiento, heredados por otros Mariscadores. Dicho rastro no posee copo a diferencia de los rastros artesanales para la coquina, pues de ser así el fango haría muy pesado levantar la almeja a la superficie. Por ello, cuando su parrilla se colapsa por el fango el Mariscador inicia la levantada del rastro, zigzagueando el rastro contra el agua quitando una mínima parte del fango, es a mano palpando trozo a trozo de fango como se obtiene una a una la almeja fina de Huelva .

La talla suele ser pequeñas y medianas, cogiendo cada Mariscador varias unidades por mareas de las más grandes. La talla pequeña la adquieren viveros de mariscos para su cría y engorde y las otras tallas para su venta.

Una tradición que conozco desde que nací pues muchos de mis familiares son pescadores profesionales que engloban casi todos los sectores de la pesca tradicional de Huelva, es por ello que ser profesional del sector, no es sólo vender un producto, hay que conocer el producto, enorgullecerse de él, y hacerlo valer. Son las claves para el futuro de esta especie cada día más escasa.

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